Una de las peculiaridades musicales y festivas del Maestrazgo, que sirvió para divertirse y para relacionar a los mozos y mozas que habitaban en las masías dispersas por el monte, fue el bureo.
Se conocen como bureos las reuniones festivas que se realizaban en las masías para bailar y hacer juegos y chanzas con motivo de cualquier celebración. A estos bureos, que se celebraban con mayor frecuencia en los meses de invierno cuando la actividad agrícola lo permitía, acudían los vecinos de las masías más cercanas.
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